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¿Las atletas jóvenes tienen mayor riesgo de sufrir lesiones del ligamento anterior cruzado?

Las atletas jóvenes tienen cinco veces más probabilidades de sufrir una rotura del LCA que sus homólogos masculinos. Esto es especialmente común en deportes explosivos multidireccionales como el fútbol o el baloncesto. Es importante que las niñas aprendan a saltar y aterrizar correctamente para evitar que se produzca una lesión del ligamento cruzado anterior.

Las atletas de entre 14 y 18 años tienen mayor riesgo que los niños de lesionarse el ligamento cruzado anterior (LCA). Esto se debe en gran medida a los cambios hormonales. Un aumento de estrógeno durante la pubertad provoca la relajación de los ligamentos y el ensanchamiento natural de las caderas provoca cambios en la biomecánica. Es probable que una atleta femenina no sea consciente de estos nuevos cambios estructurales mientras continúa atrapando rebotes o corriendo por el campo de fútbol. Es posible que inadvertidamente aterrice o se detenga con las rodillas rígidas o en una posición bloqueada, y podría tener una mayor tendencia a rotar internamente la rodilla debido a la debilidad de la cadera externa en desarrollo.

Además, una atleta puede estar acostumbrada a utilizar sólo los cuádriceps en lugar de los isquiotibiales en desarrollo para controlar los movimientos. Todos estos factores pueden poner en riesgo el LCA.

Es importante enseñar a las mujeres jóvenes desde el principio cómo ajustar la forma en que corren y saltan en competición para prevenir un desgarro del ligamento cruzado anterior. Un fisioterapeuta puede examinar a un atleta para evaluar la mecánica corporal, la posible debilidad y los patrones de movimiento defectuosos. La prevención es clave. Y es un tiempo bien empleado, ya que un atleta joven que ha sufrido un desgarro del ligamento cruzado anterior tiene 70% más probabilidades de sufrir una nueva lesión.

Aquí hay algunas estrategias:

  • Los atletas jóvenes deben estar en forma para las exigencias del deporte que elijan. Esto incluye tanto la capacidad cardiovascular como la fuerza muscular. Durante la fatiga o el agotamiento, incluso una pequeña debilidad o una mala mecánica corporal pueden convertirse en un problema mayor.
  • Un buen programa de fortalecimiento fomentará una mejor relación de fuerza entre los isquiotibiales y los cuádriceps, lo que ayudará a reducir la dependencia únicamente de los cuádriceps.
  • Una buena fuerza lateral de la cadera y un control de la abducción de la cadera ayudarán a mantener la posición adecuada de la rodilla para que la niña no experimente lo que llamamos colapso en valgo, o la rotación interna adicional del fémur y la rodilla cayendo hacia adentro.
  • La propiocepción adecuada es clave. Cuando el pie toca el suelo, la rodilla debe estar correctamente colocada sobre él. Esto permite una fuerte estabilidad del núcleo y la cadera durante las estocadas, la carrera y las actividades multidireccionales.

Los fisioterapeutas no solo tratan a los pacientes después de una lesión. También trabajan con los pacientes para evitar que esto ocurra.

Póngase en contacto con nuestros especialistas en rendimiento deportivo en HPRC Gimnasio MUV Clínica en Columbia, SC para conocer más sobre los servicios que se ofrecen a los atletas.

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