Para muchas mujeres, actos básicos como estornudar, toser e incluso reír pueden provocar fugas de vejiga. Es una molestia vergonzosa, pero la buena noticia es que la fisioterapia es una herramienta eficaz para eliminar y mejorar esta afección.
Aproximadamente la mitad de las mujeres dicen haber experimentado pérdidas de orina en algún momento de sus vidas y, para algunas, es un evento diario. El culpable suele ser la debilidad de los músculos del suelo pélvico o la disfunción del suelo pélvico (DFP). Ciertos actos como toser, reírse, agacharse o hacer ejercicios de alto impacto empujan la vejiga, pero los músculos pélvicos no son lo suficientemente fuertes para empujar hacia atrás y evitar fugas. Esto se llama incontinencia de esfuerzo. Mujeres de todas las edades experimentan este tipo de incontinencia. No estamos hablando de estrés mental, sino de estrés físico en el suelo pélvico. Es por eso que las mujeres que han pasado por el embarazo y el parto, o que pueden tener exceso de peso, tienen un mayor riesgo de sufrir este tipo de fuga de vejiga. Los atletas que realizan ejercicios de alto impacto, como correr y saltar, también corren riesgo. Las mujeres mayores pueden experimentar fugas de vejiga debido a la reducción de los niveles hormonales y a los cambios musculares relacionados con la edad, pero el envejecimiento en sí no es una causa de incontinencia de esfuerzo.
Entonces, ¿cómo puede ayudar la fisioterapia? La versión corta consiste en fortalecer los músculos del suelo pélvico, un grupo de músculos que se unen desde el hueso púbico en la parte delantera del cuerpo hasta el coxis detrás. Estos músculos, que se asemejan a una hamaca, son intrincados e increíblemente importantes, y es fácil darlos por sentado. La mayoría de nosotros hemos pensado en tonificar nuestros deltoides, glúteos y cuádriceps, pero ¿nos hemos planteado fortalecer nuestro suelo pélvico? Deberíamos.
Un fisioterapeuta especializado en PFD desarrollará un plan específico que fortalecerá el suelo pélvico y reducirá e incluso eliminará las fugas de vejiga. Un plan así va más allá de decirle a una mujer que “simplemente haga Kegels”, los ejercicios pélvicos desarrollados por el Dr. Arnold Kegel en 1948. Los ejercicios de Kegel son útiles, pero no son de talla única, ya que cada mujer es única. Además, no todas las mujeres saben cómo realizar correctamente este ejercicio. Aproximadamente 51% no puede hacer un Kegel correctamente solo con instrucciones verbales.
Los ejercicios de Kegel son sólo una parte de nuestro enfoque. Los fisioterapeutas ofrecen un programa integral para fortalecer el suelo pélvico, seguido de ejercicios personalizados en casa adaptados a los objetivos terapéuticos de cada paciente.
El sitio web de la Asociación Nacional para la Continencia (NAFC) informa que lleva un promedio de siete años: ¡siete! – antes de que una mujer hable sobre los problemas de la vejiga con su médico. No esperes. La fisioterapia es una herramienta no invasiva y muy eficaz para resolver este problema.
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