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Esguince de tobillo: aquí se explica cómo tratar esta lesión común

Los esguinces de tobillo le pueden pasar a cualquiera. Claro, los atletas que pasan mucho tiempo corriendo y saltando son vulnerables, pero las personas comunes y corrientes pueden experimentar esguinces de tobillo mientras realizan actividades rutinarias. Bajarse incorrectamente de una acera, tropezar mientras trabaja en el jardín u otras ocasiones en las que inesperadamente se encuentra con un terreno irregular puede provocar un esguince de tobillo. La buena noticia es que esta lesión rara vez requiere cirugía. Los pacientes pueden recuperarse rápidamente con el tratamiento adecuado.

Lo que suele suceder cuando se torce el tobillo es que el tobillo gira hacia adentro, desgarrando el ligamento talofibular anterior. Los fisioterapeutas clasifican los esguinces de tobillo en una de tres categorías según el nivel de traumatismo que sufre el ligamento.

Un esguince de grado 1 es un esguince leve que sanará por sí solo. Puede quitárselo y muestra poca o ninguna hinchazón. Se recomienda hielo y reposo para asegurar una recuperación completa, que suele ocurrir en una semana.

Un esguince de grado 2 generalmente presenta hematomas e hinchazón inmediatamente después de que se produce la lesión. Un esguince de grado 3 presenta un mayor grado de hinchazón y hematomas y provoca dificultad para caminar. Un fisioterapeuta puede determinar el alcance de la lesión mediante un examen de rutina del tobillo.

El tratamiento para un esguince de tobillo de grado 2 o 3 es primero disminuir la hinchazón mediante lo que llamamos “PRICE”, un acrónimo que significa Proteger, Descansar, Hielo, Compresión y Elevación. Una vez que la hinchazón disminuye, nos concentramos en restaurar el movimiento del tobillo mediante terapia manual en la articulación del tobillo. También hacemos que los pacientes realicen ejercicios aislados específicos que desarrollan flexibilidad. Un ejercicio común es hacer que los pacientes “dibujen” el alfabeto con el dedo gordo del pie afectado mientras están sentados en posición de reposo.

A medida que vemos una mejora en el movimiento del tobillo, nos centramos en devolverle fuerza a la zona ejercitando la musculatura circundante. También trabajamos para restablecer el equilibrio, una función muy importante del tobillo. Piénsalo. Tus tobillos trabajan constantemente para ayudar a tu cuerpo a adaptarse a superficies irregulares mientras te mueves durante el día. Trabajamos para restablecer esta sensación de equilibrio haciendo que los pacientes realicen ejercicios propioceptivos o ejercicios que ayuden al cuerpo a comprender dónde se encuentra en relación con su entorno.

Generalmente, los pacientes pueden recuperarse completamente de un esguince de tobillo en un plazo de dos a cuatro semanas.

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